27 de febrero de 2023
Aprender cómo funcionan las placas solares nos ayuda a comprender todo el sistema fotovoltaico, sus alcances y beneficios. Descubre junto a nosotros cómo los paneles transforman la luz del sol en electricidad, ahorro y confort para nuestras vidas.
La energía solar es una de las formas más eficientes de producir energía de manera sostenible, autónoma y autosuficiente para hogares o empresas. Comprender el sistema de autogeneración fotovoltaica pasa por aprender cómo funcionan las placas solares, sus características y aplicaciones.
Aunque sólo es una parte de un sistema técnicamente más complejo, las placas solares son la parte más visible y simbólica de la energía solar. Su función es clave para la captación y transformación de la luz solar en la electricidad que necesitamos en nuestros inmuebles.
En realidad, las placas solares funcionan partiendo de un principio físico-químico bastante simple. Pero justamente es esta simplicidad la que ha hecho que la fotovoltaica sea la fuente alternativa de energía más viable en el mundo entero.
Sus escasas limitaciones y su relativamente corta lista de requerimientos técnicos hace posible instalar paneles solares en prácticamente cualquier lugar. Solo se necesitan unos metros disponibles con una estructura sólida y con exposición a la luz solar para tener energía ilimitada y sobre todo… ¡gratuita!
No se requieren aparatos sofisticados ni grandes infraestructuras para instalar un punto de autogeneración. Adicionalmente, pocos paneles solares pueden generar suficiente energía para una vivienda, un comercio o un gran complejo industrial.
Veamos cuáles son los requerimientos técnicos y estructurales para instalar paneles solares. Pero, primero, veamos qué es y cómo funciona una placa solar.
Una placa solar se compone de diferentes elementos unidos bajo una sola estructura física cuyo propósito principal es captar la energía solar. Esta captación permite transformar la energía lumínica, es decir la luz, en electricidad, pero ¿cómo sucede este milagro técnico?
Como hemos dicho anteriormente, el principio tecnológico de una placa solar es muy simple y he ahí su genialidad. Una serie de celdas sensibles a la luz se colocan en orden en una superficie cristalina que la protege y maximiza la exposición solar. Estas celdas reaccionan ante un estímulo luminoso creando átomos con carga eléctrica negativa y positiva, el movimiento de estos átomos produce electricidad.
La electricidad generada en las fotoceldas se conduce hacia un receptor metálico y de ahí es transmitida por un sistema de cables hacia un punto de suministro.
Desde el punto de vista técnico, esta energía por sí sola sería suficiente para generar un campo eléctrico utilizable. Sin embargo, las placas solares generan electricidad con corriente continua.
Como hemos detallado en nuestro blog, para poder consumir la electricidad generada en un panel solar, necesitamos de un inversor solar. Este equipo transforma la corriente continua en alterna, el tipo de corriente que usamos en España.
Desde un inversor se puede conducir electricidad hacia nuestros enchufes de manera directa y consumirla a medida que se produce. No obstante, la producción fotovoltaica se reduce en la ausencia de luz solar como en una nevada, lluvia intensa o durante la noche.
Es por ello que en muchos sistemas se instalan sistemas de acumulación con bancos de baterías que almacenan la electricidad para un uso administrado. Adicionalmente, podemos reingresar la porción de electricidad no usada a la red pública con beneficios económicos destacables.
En muchos sistemas domésticos, comerciales e industriales se instalan subsistemas de monitoreo, contadores y administradores de energía. Puedes ver cómo es una red fotovoltáica en nuestra web.
La transformación de energía lumínica en electricidad es el quid del sistema que explica cómo funcionan las placas solares. La luz del sol estimula a las celdas fotosensibles del panel solar y crean átomos con carga eléctrica positiva y negativa.
Estas dos cargas eléctricas (positiva y negativa) se conducen a través de dos semiconductores cuya proximidad crea un arco eléctrico. Esta corriente se conduce a un receptor que luego la llevará por una serie de cables a un inversor o se usará de manera directa.
Las placas solares se hacen por lo general de materiales fotosensibles como el silicio o el galio. Estos elementos tienen la capacidad de reaccionar ante la exposición solar para producir aniones y cationes, es decir, iones de carga positiva y negativa.
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Una de las impresiones que se llevan quienes ven de cerca una placa solar es que no es una estructura monolítica y única. En su interior, una placa solar está compuesta de varios elementos como:
Ahora que ya sabes cómo funcionan los paneles solares, tienes que saber que la instalación de un panel solar se hace con la ayuda de unas estructuras de base que sirven de sostén y estabilidad de la placa. Adicionalmente, estas bases tienen una orientación y una inclinación que es calculada de acuerdo a una serie de estudios técnicos especializados.
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