Claves para un urbanismo resiliente y sostenible: Construyendo comunidades fuertes

11 de julio de 2023

Claves para un urbanismo resiliente y sostenible: Construyendo comunidades fuertes

El urbanismo resiliente es uno de los conceptos más modernos e innovadores de la arquitectura y planificación urbana actual. Se refiere no solo a la edificación, sino a su interrelación con sus habitantes y su entorno. Veamos de qué se trata.

A lo largo de la historia evolutiva del ser humano, la capacidad de adaptación al entorno ha sido una clave fundamental. Siempre hemos vivido en ambientes hostiles y para los que orgánicamente no estamos preparados. Pero, los seres humanos hemos sobrevivido gracias a una capacidad innata, única y maravillosa: la resiliencia.

Esta característica humana nos ha enseñado a adaptarnos a las peores condiciones externas y salir siempre airosos. Hoy en día, el urbanismo resiliente es una muestra de la capacidad infinita de las sociedades para mejorar su calidad de vida.

Veamos algunas de las claves más importantes sobre esta corriente que promete ser un factor indispensable en el desarrollo futuro de la sociedad. Asimismo, veremos algunos elementos de la energía solar como parte de esta tendencia social y arquitectónica tan importante.

Planificación a largo plazo y visión holística

La sostenibilidad y el desarrollo a largo plazo se retroalimentan de forma continua. Sin embargo, requieren de una visión global de todos los elementos inherentes al urbanismo como hecho social y humano. Es decir, para crear un urbanismo resiliente y sostenible, debemos considerar a todos los habitantes, estructuras y medio ambiente.

En este contexto, las edificaciones se diseñan tomando en consideración una visión holística de sus habitantes y la interacción infraestructural. Desde esta visión se consideran todos los elementos que darán vida al edificio a un plazo mucho mayor del que hasta ahora se consideraba. Las estructuras deben interactuar con su entorno de manera positiva, creando valores de sostenibilidad progresivos.

Asimismo, deben examinar cuál será el beneficio para los habitantes, la naturaleza y el uso de la energía de forma integral. De este modo, cada edificio se concentra en ser parte de un todo con el mínimo impacto y la maximización de la sostenibilidad.

¡Instala placas solares y ahorra cada mes en tu factura de electricidad!

¡Descubre el potencial de tu tejado en 1 minuto! 

Integración de la planificación urbana y la sostenibilidad

Como vemos, la construcción de edificios resilientes no solo crea unidades de desarrollo urbano para vivir, trabajar o hacer vida social. Cada edificación debe contribuir de manera individual al crecimiento del urbanismo resiliente.

¿Cómo se logra esta interacción positiva? A partir de un concepto global que considera a cada edificio como parte integral y activa de una comunidad. La autogeneración de energía desde fuentes alternativas, como la energía solar, es una parte indiscutible de este proceso. Enmarcados dentro de comunidades energéticas más amplias, cada edificio es un centro de producción de energía que es compartida con el resto.

Así, se pueden generar unidades de producción que se retroalimentan unas a otras de manera creciente. Pero, dentro de todo este proceso, la consideración de todos los elementos pasa a ser clave en un desarrollo urbano sostenible. Veamos cómo.

Consideración de los factores sociales, económicos y ambientales

Los planificadores del urbanismo sostenible crean unidades constructivas interactivas, más que sólidas estructuras estáticas. Por ende, cada diseño es solo una pequeña parte de un todo que integra a la sociedad, la producción y el medio ambiente.

Un edificio sostenible puede generar su propia energía que será consumida por sus habitantes de manera óptima. Pero además, debe compartir sus excedentes con el resto de la comunidad para crear un crecimiento continuo.

Adicionalmente, la economía circular debe considerarse como parte de un proceso a gran escala que implica a barrios y poblaciones completas. De este modo, el desarrollo de la economía verde genera cambios socioeconómicos en la población sin menoscabo de la ecología. Así, se crea lo que se conoce hoy en día como el desarrollo sostenible. En él, la producción y el cuidado ambiental no son conceptos separados y ambos contribuyen al desarrollo de la sociedad.

Infraestructuras resilientes y eficientes

Una estructura resiliente es, en sí misma, una estructura eficiente desde varios puntos de vista. En primer lugar, es una estructura cuyo diseño interrumpe mínimamente el equilibrio natural. Por consecuencia, el impacto en el entorno debe ser mínimo.

Pero a su vez, una estructura de urbanismo resiliente debe ser un centro de producción que ayude a los demás edificios de manera continua. Este enfoque modular interrelaciona cada edificio con un conjunto mutuamente beneficioso para todas las partes.

Adicionalmente, un edificio que consume lo mínimo genera menos distorsiones en la armonía de los factores económicos, sociales y ambientales. Por ello, desde la mesa de dibujo hasta la puesta en marcha de los proyectos, todos los elementos se adaptan a las nuevas realidades.

Diseño de infraestructuras adaptativas al cambio climático

El cambio climático es una realidad cada vez más difícil de negar. El aumento de la temperatura global, la huella de carbono y la contribución al consumo de las edificaciones son protagonistas indiscutibles.

Por esta razón, el diseño de estructuras que puedan adaptarse de manera progresiva a las variaciones ambientales genera valores positivos crecientes. Actualmente, los diseños de edificios con ventilación e iluminación natural, factores de regulación térmica automática y tecnológicamente eficientes son cada vez más comunes. El uso y conservación de la energía se combina con sistemas de autogeneración a partir de fuentes alternativas y renovables.

Uso eficiente de recursos y energía

Los materiales constructivos y el diseño arquitectónico se interrelacionan con innovaciones tecnológicas que permiten maximizar la eficiencia energética. En el urbanismo resiliente y sostenible, los edificios consumen una fracción de la energía gracias a adiciones que permiten conservarla mejor.

Además, la creación de elementos de autorregulación térmica, aerotermia y sistemas de captación energética ambiental ahorran energía a una escala superior. Todo esto, se mezcla con paneles solares y sistemas de autogeneración que cada vez consumen menos energía fósil.

Viviendas asequibles, sostenibles y accesibles

Cuando pensamos en el urbanismo resiliente, solemos enfocarnos en grandes edificios urbanos con diseños modernos y vanguardistas. Sin embargo, la realidad es que el futuro del urbanismo resiliente ha permeado hasta las viviendas.

Y no solo la construcción de unidades familiares únicas y aisladas. Actualmente, las comunidades energéticas y sostenibles de uso residencial son cada vez más grandes y extendidas por todas las regiones. En España, las comunidades energéticamente positivas son un nuevo concepto que cada día gana más adeptos.

Placas solares en viviendas

Es imposible pensar en un urbanismo resiliente y sostenible sin considerar a la autogeneración fotovoltaica como motor energético. La autoproducción de electricidad a partir de placas solares en viviendas es fundamental para lograr ciudades verdes y de desarrollo integral.

Sin duda, ACCIONA Energía está presente en esta nueva visión urbanística de comunidades autoproductivas e independientes. Los estudios técnicos personalizados incluyen dentro de sus análisis más profundos la capacidad generadora de cada inmueble.

Asimismo, la planificación acompasada al crecimiento urbano cuenta a cada casa, edificio o industria como una pieza de un puzzle mayor. Las ciudades sostenibles y de urbanismo resiliente han dejado de ser un proyecto utópico para convertirse en una realidad cada vez más patente.