13 de julio de 2023
Para nadie es un secreto que el precio de la electricidad se ha convertido en uno de los pesos más grandes en nuestra economía familiar. Sin embargo, es posible “jugar con ventaja” si conocemos las tarifas de la luz por horas y así, distribuir nuestro consumo. Descubre todas las claves aquí.
Desde hace un par de años, la luz no ha dejado de subir cada día un poco más. Las tarifas de la luz por horas se han convertido en un verdadero agujero en la economía de millones de familias españolas. Ya no solo los menos favorecidos sienten el peso del servicio, sino que se ha extendido a todos los niveles socioeconómicos.
Hay cientos de causas para que la energía se haya disparado de forma indetenible y creciente. Analizar las causas no ayuda a que la factura disminuya o nos permita un desahogo. No obstante, hay formas de optimizar el consumo para ahorrar al máximo sin disminuir nuestra calidad de vida.
Y es que, en este sentido, muchas familias han tenido que hacer gruesos sacrificios para reducir el pago de la factura mensual. Algunas acciones pueden reducir la factura, pero van en contra de nuestra calidad de vida. Es por esta razón que los expertos sugieren analizar cuáles son las tarifas de la luz por horas como medida de ahorro más eficaz.
En España, al igual que en otros países europeos, existen diferentes tarifas eléctricas que varían a lo largo del día. En un hogar promedio, el consumo se dispara en diferentes horas de acuerdo a la mayor demanda energética en los hogares.
Existen muchas razones para que el precio del kWh de luz por horas sea diferente de acuerdo al consumo. Entre las más destacadas es el coste operativo de las plantas generadoras de electricidad. Para producir más electricidad en las horas de mayor demanda, las compañías eléctricas necesitan mayor combustible y sistemas de apoyo.
Por ende, a medida que el precio de los carburantes se eleva, lo hace también el precio de la electricidad. Asimismo, algunas empresas necesitan contratar servicios de distribución adicionales, lo que incide directamente en el precio.
Adicionalmente, es fundamental conocer que existen dos tipos de contratos eléctricos en España. Por un lado, tenemos el mercado regulado que establece un tipo de tarifas PVPC o reguladas por la administración. Por otro lado, el mercado libre tiene tarifas sin limitaciones estatales, que fluctúan de acuerdo al precio del mercado nacional e internacional.
Como vemos, el precio de la energía se cobra en diferentes tarifas o tramos de precios. Estas tarifas se calculan en base al consumo y se generan en tres distintos rangos:
Muchos expertos coinciden en tener muy claros los tramos tarifarios para así saber cuáles son las horas más económicas del día. De esta forma, podemos programar en mayor medida el consumo de acuerdo a los tramos más económicos del mercado.
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Al igual que las tarifas de la luz por horas cambian durante el día, existen temporadas con mayor demanda durante el año. Siguiendo el esquema de costes de producción y generación eléctrica, en los días de mayor consumo, el precio suele ser mayor. Esto se debe a que para satisfacer la demanda, las empresas eléctricas deben aumentar sus costes e inversiones.
Por ende, a mayor consumo, mayor precio del kWh de luz por hora. Esto se establece con un mismo patrón de zonas tarifarias punta, valle y llano pero con un precio de euros por kWh distinto.
Los meses de invierno suelen disparar el consumo por varias razones climatológicas y ambientales. En primer lugar, la necesidad de la calefacción acelera el consumo en uno de los equipos de mayor necesidad de energía.
Por otro lado, la reducción de las horas de luz natural incrementa el encendido de luz artificial. Y por último, pero no menos importante, al estar más horas dentro de casa, solemos encender más equipos y consumir más electricidad.
Pero, aunque diciembre y enero sean los meses de mayor consumo, los meses de verano no están muy lejos en términos de demanda. El encendido del aire acondicionado, ventiladores y equipos de refrigeración hacen que el verano sea la segunda temporada de mayor consumo. Los días festivos, puentes y vacaciones escolares, aceleran el consumo doméstico.
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