Estas son algunas fuentes comunes de energía ambiental: energía luminosa, energía cinética (vibraciones, estrés mecánico, etc.), energía térmica y energía de radiofrecuencia (RF, ondas electromagnéticas).
Harvesting de energía solar
La energía solar se obtiene habitualmente mediante células fotovoltaicas. Las células fotovoltaicas convierten la energía luminosa del Sol directamente en electricidad mediante un principio conocido como “efecto fotovoltaico”. El efecto fotovoltaico se refiere esencialmente al proceso en el que los fotones (unidades de energía luminosa) excitan a los electrones a un estado de mayor energía, lo que provoca la generación de una corriente eléctrica. Sin duda, de todas las tecnologías que veremos, esta es la más avanzada de todas y su implantación permite la generación de energía para casas, industrias y grandes aplicaciones. Con una reducción del precio de los paneles fotovoltaicos en un 80% durante los últimos 5 años, su implantación a día de hoy ya es totalmente viable y está siendo masiva en todo el mundo.
Harvesting de energía cinética
La energía cinética se obtiene mediante transductores piezoeléctricos. Los transductores piezoeléctricos producen electricidad a partir de energía cinética en forma de vibraciones, sonidos o movimientos. El transductor convierte la energía cinética en una corriente alterna que luego se acondiciona en una forma adecuada y se almacena en una batería, condensador o supercondensador. Algunos ejemplos de recolección piezoeléctrica:
- Sensores de presión en neumáticos de automóviles: los sensores de recolección de energía piezoeléctricos están instalados dentro de los neumáticos de los automóviles. Controlan la presión de aire en los neumáticos y transmiten esta información al tablero.
- Unidades de control remoto sin batería: unidades de control remoto donde los transductores piezoeléctricos convierten la fuerza de los botones que se presionan en energía que alimenta la señal de infrarrojos del control remoto.
- Baldosas piezoeléctricas: Pavimentos revestidos con baldosas piezoeléctricas que convierten la energía cinética de los pasos de los peatones en energía eléctrica utilizable que luego se emplea para alimentar cualquier número de aplicaciones como pantallas y sistemas de venta de entradas.
Harvesting de energía térmica
La recolección de energía termoeléctrica se basa en un principio llamado efecto Seebeck, que se refiere al fenómeno en el que una diferencia de temperatura en la unión entre dos semiconductores/conductores da lugar a un voltaje.
Un sistema de recolección termoeléctrica consta de un generador termoeléctrico que consta, a su vez, de varios termopares que están conectados en serie a una fuente de calor común. Esta fuente de calor podría ser un calentador de agua, un motor, un panel solar, etc. La cantidad de energía generada es directamente proporcional a la diferencia de temperatura, así como al tamaño del generador.
La recolección termoeléctrica encuentra aplicación en la alimentación de nodos de sensores inalámbricos en entornos industriales y otros entornos de alta temperatura donde se pierden grandes cantidades de calor en procesos de transformación energética.
Harvesting de energía de radiofrecuencia
La energía de radiofrecuencia está literalmente conviviendo con nosotros las 24 horas del día alrededor nuestro. Las ondas de RF se transmiten constantemente al medio ambiente a través de teléfonos móviles, emisoras de radio, televisión y otros dispositivos electrónicos que se han convertido en una parte tan indispensable de nuestras vidas.
La tecnología de recolección de energía de RF es muy prometedora y la razón de su atractivo masivo es muy simple: en un mundo donde el número de transmisores de radio está aumentando a un ritmo desmesurado, las ondas de RF representan esencialmente “energía libre” que espera ser aprovechada. Se estima que el número de suscripciones a teléfonos móviles ha superado los 5 mil millones en todo el mundo. Y a esta cifra ya sorprendente, podemos agregarle la cantidad de otros dispositivos emisoras de radio, como enrutadores Wi-Fi, ordenadores portátiles, televisión y hornos microondas, etc., y puede entender de alguna manera cuánta energía hay alrededor nuestro, en forma de radiofrecuencia, esperando, potencialmente, ser aprovechadas.
El Harvesting de radiofrecuencia tiene una serie de aplicaciones potenciales: a corta distancia de un transmisor, la energía de las ondas electromagnéticas se puede utilizar en dispositivos de baja potencia como etiquetas o “tags” RFID, sensores médicos portátiles sin batería y para cargar de forma inalámbrica productos electrónicos de consumo de baja potencia. En un rango más largo, podría haber una serie de otras aplicaciones, como la automatización de edificios, el monitoreo estructural y el control industrial.