31 de mayo de 2023
Todos los expertos coinciden que a la hora de ahorrar energía, no existen acciones pequeñas, pues todas suman y son importantes. La elección del tipo de iluminación de nuestras casas y oficinas es fundamental para pagar menos electricidad sin hacer grandes sacrificios en nuestra cotidianidad.
Ahorrar energía se ha convertido en una de las prioridades de muchas familias españolas. Pero, además, es uno de los objetivos primordiales en PYMES y grandes complejos industriales preocupados por el aumento desmedido de las tarifas eléctricas. Según estudios recientes, en España la iluminación se lleva más de un 10% de nuestra factura mensual.
Si estos porcentajes los llevamos a dinero contante y sonante, en un hogar que paga aproximadamente 1000€ de electricidad anualmente, 100€ son de iluminación.
Estos cálculos referenciales no toman en consideración aquellas viviendas con jardines, iluminación exterior, locales comerciales u oficinas. Por supuesto, no profundizan en el gasto eléctrico diario en industrias de gran envergadura o zonas públicas con mayores necesidades de iluminación.
Cómo vemos, la iluminación es un elemento fundamental a la hora de ahorrar energía. Pero ¿Cómo suprimir o reducir el gasto en iluminación sin sacrificar el confort y las condiciones mínimas de vida en un inmueble? La respuesta viene de la mano de la iluminación inteligente y sostenible.
Las luces LED o de diodo emisor de luz, son una tecnología luminiscente que permite los mismos niveles de iluminación con una fracción del consumo. Este tipo de luces, en comparación con las luces convencionales o incandescentes, tienen una mayor eficiencia del consumo sin sacrificar el grado de iluminación.
Pero, para saber si la luz LED vs. luz incandescente es más eficiente o menos costosa, debemos hacer un análisis multifactorial. Veamos comparativamente las ventajas y desventajas de cada tipo de luz.
Aunque para muchos, la tecnología LED es reciente, lo cierto es que es un invento que está muy próximo a cumplir un siglo. El primer dispositivo LED fue desarrollado en 1927 y consistía en un dispositivo que usaba los estudios de electroluminiscencia.
A diferencia de las luces incandescentes, las luces LED usan semiconductores que reaccionan ante una mínima carga eléctrica para producir luz. En cambio, una bombilla incandescente pasa una corriente eléctrica por un filamento que al calentarse emite luz y calor. Por lo general, las bombillas incandescentes usan filamentos de tungsteno que se calientan muy rápido y a altas temperaturas, generando luz.
Ambos tipos de luz se basan en principios físico-químicos muy diferentes, aunque tienen varios elementos en común. En primer lugar, ambos tipos de luces dependen de una alimentación eléctrica para producir luz.
Además, ambos tipos de luces son seguras, de larga duración y cumplen sus objetivos de manera sobresaliente. Pero, veamos algunas diferencias entre ellas.
Para hacer una comparativa de costes entre Luz LED vs. luz incandescente debemos dividir el análisis en dos factores: El coste del dispositivo y el consumo eléctrico.
Para empezar, las luces LED suelen ser dispositivos que se venden a un precio mucho más elevado que las luces incandescentes. Una bombilla incandescente de 60W puede ser adquirida por menos de 1,5€ en cualquier tienda de barrio. Una luz LED tiene precios que oscilan entre los 3€ y 20€ o, incluso, más elevados dependiendo de la marca, modelo y otros factores.
Sin embargo, el precio de compra del dispositivo nos lleva al segundo factor de análisis. En términos de consumo, la equivalencia led- incandescente es de hasta un 70-90% menor en la luz LED. Una bombilla LED de 9W puede producir la misma intensidad de luz que una bombilla incandescente de 60-75W y sin pérdidas disipadas en forma de calor. Por esta razón, las luces LED, aunque son dispositivos más caros, a la larga reducen el consumo en un 70-90%.
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Otro elemento que inclina la balanza hacia la luz LED es en términos de durabilidad de los dispositivos. Los filamentos de tungsteno tienen una vida útil que oscila entre 1000 y 2000 horas de funcionamiento. En un consumo diario de unas 6 horas, esto se traduce en unos 160-320 días, dependiendo del tipo de bombilla.
Adicionalmente, debemos considerar que las bombillas incandescentes se producen dentro de un bulbo de cristal muy delgado. Esto las hace más vulnerables a roturas o deterioros por fluctuaciones eléctricas. Mientras tanto, una bombilla LED puede tener una vida útil de entre 25.000 a 50.000 horas o unos 10 años con un uso de 6 h/día.
En términos de eficiencia, la comparación es prácticamente innecesaria, pues las luces LED tienen cientos de veces más eficiencia que una luz incandescente. Para emitir luz, una bombilla incandescente debe pasar un arco eléctrico por un filamento que arde hasta crear emisión luminosa. Pero, en este proceso gran parte de la energía se disipa en calor.
En una bombilla LED las necesidades de alimentación eléctrica son hasta 90% menores con menos pérdidas de calor. Por ende, las luces LED son las más recomendables para ahorrar energía.
La calidad de la luz emitida por una bombilla LED es infinitamente superior a la de una bombilla incandescente. En primer lugar, las bombillas LED tienen la capacidad de ajustar la temperatura del color y la intensidad de acuerdo a las necesidades.
Adicionalmente, puede emitirse en diferentes colores con el mismo dispositivo, la luz puede direccionarse y no tienen parpadeos. Por lo tanto, pueden integrarse a sistemas de control inteligente, de domótica o de control remoto.
Sin duda alguna, en la comparación de la luz LED vs. luz incandescente, las luces LED proporcionan la mayor suma de ventajas y beneficios. Puedes tener en tu hogar una mayor calidad de luz con la máxima durabilidad y un mejor confort.
Pero, si lo que buscas es optimizar el consumo y ahorrar energía, las luces LED son las ideales. Adicionalmente, gracias a que generan menos calor en su uso, tienen una mínima contribución al calentamiento global y los gases de efecto invernadero.
Por lo tanto, la huella de carbono de las viviendas, empresas e industrias que usan bombillas LED es mucho menor. En ACCIONA Energía apostamos por este tipo de luces como un elemento más para la sostenibilidad y el consumo optimizado.
Si sumamos las ventajas de la iluminación LED a la energía fotovoltaica y los equipos de consumo inteligente, tenemos los máximos elementos de sostenibilidad.
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